El historiador del arte británico John Richardson, fallecido el pasado 12 de marzo en Nueva York, a la edad de 95 años, es un representante de la mejor tradición anglosajona del género de la biografía. Su manera de trabajar, sin dejar de lado los datos y la abundante documentación que requiere una biografía, aporta estilo literario, estructura narrativa y una hábil forma de entrecruzar la vida y la obra del personaje sobre el que se escribe, y en que el rigor académico y la divulgación siempre van de la mano.
John Richardson admirando una de las obras de la exposición ‘Picasso ante Degas’ en el Museo Picasso
De esta manera escribió Richardson, casi como una novela, su monumental biografía sobre Picasso, que le obsesionó —confesaba él mismo— desde 1980 y hasta los últimos días de su fructífera vida. «Cuanto más profundizo en Picasso, más grande deviene», había afirmado en alguna ocasión. Richardson amaba profundamente al pintor y siempre remarcó su inmenso talento y todas sus virtudes aunque también sus contradicciones.
Los tres volúmenes que se han publicado hasta ahora de la biografía de Picasso por Richardson llenan unas 1.500 páginas, profusamente ilustradas. El primer volumen de Picasso. Una biografía describe el período desde el nacimiento del pintor, en 1881, hasta 1906, y se trata, por lo tanto, de un libro de referencia sobre los años que pasó el artista en Barcelona, en cuya investigación participó también Marilyn McCully. El segundo volumen abarca el período de 1907 a 1917, y el tercero está dedicado a los años entre 1917 y 1932. Tan solo se han publicado en castellano los dos primeros volúmenes, editados por Alianza Editorial. En cuanto al cuarto y definitivo volumen, parece ser que Richardson solo tuvo tiempo de llegar hasta principios de las década de los cuarenta, según los medios norteamericanos, y podría publicarse de forma póstuma a finales de este año en los Estados Unidos.
- Picasso. Una biografía. 1881-1906. Vol. I
- Picasso. Una biografía. 1907-1917. Vol. II
El detallado conocimiento de Richardson sobre Picasso no solo provenía de los libros y la documentación que había consultado el escritor, sino de su amistad personal con el pintor. Todo empezó en 1952, cuando Richardson y su pareja, el historiador del arte y coleccionista Douglas Cooper, se mudaron a la Provenza francesa. En un palacete de lujo, la pareja instaló una especie de museo privado de pintura cubista. Ellos visitaban y eran visitados por artistas de la talla de Fernand Léger y Nicolas de Staël y, por supuesto, por Picasso. El pintor y Richardson conectaron inmediatamente: «Íbamos a ver a Picasso regularmente y empecé a pensar que me gustaría escribir sobre él . Él fue muy generoso conmigo y también sintió de alguna forma que yo lo acabaría haciendo». ¡Y vaya si escribió sobre él! Y no solo eso. Sus habilidades como divulgador y comunicador también las demostró en 2001 en la serie documental de Channel 4, Picasso: Magic, Sex and Death.
Documental de Channel 4, Picasso: Magic, Sex and Death
Tras terminar su relación sentimental con Douglas Cooper, Richardson se trasladó a Nova York en 1960, ciudad en la que trabajó como asesor en el MOMA, en la casa de subastas Christie’s, escribiendo para revistas como Vanity Fair y comisariando varias exposiciones. Todos los que lo conocieron destacan su erudición, su simpatía, su sentido del humor y su afán por explicar anécdotas jugosas sobre los grandes personajes que había conocido. Además de Picasso, mantuvo lazos de amistad con artistas como Georges Braque, Francis Bacon, Lucian Freud, Jean Cocteau y Andy Warhol (con quien participó también como actor en alguna de sus películas), pero también de escritores como W.H. Auden y Tennessee Williams. No sin razón, la revista W lo definió en una ocasión como «el hombre que todo Nueva York quería tener sentado a su lado en una cena».
John Richardson visitó en más de una ocasión el Museu Picasso, la última vez en 2010 cuando pudo admirar la exposición Picasso ante Degas.
John Richardson con la también experta picassiana Elizabeth Cowling en el Museu Picasso en 2010
Redacción del Museu
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