Gracias a la política continua de intercambios del Museu con otros museos e instituciones de prestigio, del 26 de enero al 20 de junio presentamos en la Sala 16, tres pinturas de la última época de Pablo Picasso, propiedad del Lousiana Museum of Modern Art de Humlebaek, Dinamarca.
La presentación de estos tres óleos supone un complemento a nuestra colección para entender el proceso creativo, la vitalidad, el espíritu de renovación y provocación del artista hasta el final.

Pablo Picasso. Mujer y tocador de aulos II. Cannes, 18 de abril de 1956. Óleo sobre tela. 93 x 120 cm. Lousiana Museum of Modern Art, Humlebaek, Dinamarca. Donació: The New Carslberg Foundation, The Augustinus Foundation i The Louisiana Foundation

Pablo Picasso. Hombre tumbado y mujer sentada. Cannes, 18 de abril de 1956. Litografía. Lápiz litográfico transferido sobre piedra, estampado sobre papel vitela Arches con filigrana (prueba Sabartés). 50 x 65,5 cm (lámina). Donación Jaume Sabartés, 1962. MPB 70.039. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia
En 1946, el contacto con el Mediterráneo abrió una nueva dimensión en la obra de Picasso, y afloraron una serie de pinturas en las que proliferaban escenas pastorales: faunos, centauros, parejas bucólicas. Utilizando diferentes grafías y técnicas diversas—pinturas, dibujos, cerámicas y esculturas— el artista crea su homenaje a la «alegría de vivir» y la evocación de un idílico mundo pasado.
En esta línea, el 18 de abril de 1956 Picasso se centró en la representación de la figura femenina tumbada, al lado de una figura masculina sentada. En un mismo día realizó tres pinturas y dos litografías sobre este tema: los grabados forman parte de la colección del museo y se exhiben en la misma sala. Si bien en las primeras pinturas la mujer tumbada y el hombre sentado están ubicados en una playa (Homme et femme sur la plage, The Leicester Galleries), en las dos litografías y el óleo que mostramos trasladó la composición al campo. En el óleo, además, pintó al personaje masculino tocando el aulós para conseguir así una imagen más bucólica y melancólica.
La transferencia de temas, motivos, estilos e iconografías de una técnica a otra es una constante en la obra de Picasso. Así que no es de extrañar que, en esos momentos, pintura y litografía compartan protagonistas, escenarios y experimentaciones estilísticas.
En 1956 Picasso seguía trabajando la litografía con intensidad. Mientras que sus primeros escarceos en esta técnica se produjeron entre 1919 y 1930, no será hasta después de la II Guerra Mundial cuando la desarrolla con plenitud. En 1945, Picasso y el impresor litográfico Fernand Mourlot emprendieron una estrecha colaboración que se prolongó hasta 1969.

Pablo Picasso. Le déjeneur sur l’herbe Mougins, 30 de julio de 1961. Óleo sobre tela. 130 x 97 cm. Lousiana Museum of Modern Art, Humlebaek, Dinamarca. Donación: The Picasso Foundation y The Louisiana Foundation

Pablo Picasso. Le déjeuner sur l’herbe, según Manet. I. Mougins, 26 de enero de 1962 y 13 de marzo de 1962. Grabado con gubia, en seis colores, sobre plancha de linóleo, estampado sobre papel vitela Arches con filigrana (prueba Sabartés, V estado y definitivo). 53,1 x 64 cm (plancha); 61,7 x 75,1 cm (lámina). Donación Jaume Sabartés, 1964. MPB 70.315 .Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia

Pablo Picasso. Pequeño Déjeuner sur l’herbe, según Manet. Mougins, 22 de abril de 1962. Grabado con gubia y navaja, en cuatro colores, sobre plancha de linóleo, estampado sobre papel vitela Arches con filigrana (prueba Sabartés, III estado y definitivo). 34,9 x 27,1 cm (plancha); 62,5 x 44,1 cm (lámina). Donación Jaume Sabartés, 1964. MPB 70.305. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia
El interés de Picasso por las obras de otros artistas del pasado se manifiesta a lo largo de su vida, pero es en la década de 1950 cuando inicia las grandes series de paráfrasis de determinados cuadros, siendo las más importantes las variaciones de Femmes d’Alger dans leur appartement de Delacroix (1834), Las meninas de Velázquez (1656), Le Déjeneur sur l’herbe de Manet (1863) y El rapto de las sabinas de Poussin (1635). Cuando Picasso miraba las composiciones de los maestros del pasado, no tenía la intención de realizar simples copias o transposiciones literales, sino que las utilizaba para liberar el aliento creador de su imaginación.
De agosto de 1959 a junio de 1962, Picasso trabajó en la serie sobre Le Déjeneur sur l’herbe de Manet y la desarrolló en tres talleres diferentes: Vauvenargues, La Californie y Notre-Dame-de-Vie. Está compuesta por 27 pinturas, más de 150 dibujos, 6 grabados sobre linóleo, una punta seca, una litografía y 18 cartones para escultura.
La obra que presentamos pertenece al subgrupo realizado entre el 10 de julio y principios de agosto de 1961. Picasso centra su mirada en el personaje llamado le causeur (el conversador) y las dos mujeres, anulando al otro personaje masculino, a la vez que cambia el formato de horizontal a vertical y muta la paleta a una sinfonía de verdes.
Junto con esta obra expondremos una selección de grabados sobre Le déjeneur sur l’herbe, pertenecientes a nuestra colección. Estos grabados son un claro ejemplo de que el Picasso intérprete se manifiesta también en su obra gráfica y representan, también, un claro exponente de las transferencias entre técnicas que hemos mencionado anteriormente. Dentro de la serie, además de las pinturas, dibujos y cartones para escultura, encontramos un conjunto de grabados desarrollado con tres técnicas distintas: punta seca (grabado calcográfico de incisión directa), litografía (grabado plano) y linograbado (grabado en relieve).
En este diálogo constante entre la tradición y la modernidad, Picasso ofrece una profunda afinidad y un verdadero respeto por el plein air invocado en la pintura de Manet, artista que admiraba desde su juventud.

Pablo Picasso. El jugador de cartas II. Mougins, 30 de diciembre de 1971. Óleo sobre tela. 114 x 146 cm. Lousiana Museum of Modern Art, Humlebaek, Dinamarca. Donación: The New Carslberg Foundation
Esta obra, que en 1973 participó en la exposición del Palacio Papal de Aviñón, recoge en una sola imagen toda la ideología simbólica de Picasso; el hombre con el sombrero es a la vez el viejo pintor, el matador y el mosquetero, y, al mismo tiempo, aparecen elementos característicos de las obras cubistas, como la jarra, el vaso y los naipes.
Como todas las obras de este periodo, está ejecutada con vehemencia, con un estilo casi taquigráfico, utilizando pintura espesa y fluida, con chorretones, empastes y dejando la huella visible del pincel. La osadía de los temas y la libertad de factura contrastan con la placidez y equilibrio mediterráneo de las obras de la década anterior. La vitalidad y la rápida ejecución en las últimas obras delatan el sentido de urgencia del artista al final de su vida.
CAMBIOS EN LAS SALAS DE LA COLECCIÓN PERMANENTE
En la Sala 1 podemos ver de nuevo el retrato La madre del artista, Barcelona, 1896, pastel sobre papel (MPB 110.016), así como otro retrato de la madre realizado en un carnet de dibujo de su etapa coruñesa.

Pablo Picasso. La madre del artista. Barcelona, 1896. Pastel sobre papel. 49,8 x 39 cm. Donación Pablo Picasso, 1970. MPB 110.016. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia
En la Sala 2 exponemos dos óleos titulados Retrato de un desconocido (MPB110.051 y 110.061), realizados en Barcelona el 1897 y que han sido restaurados recientemente.

Pablo Picasso. Retrato de un desconocido. Barcelona, marzo 1897. Óleo sobre tela. 63,5 x 39 cm (irregular). Donación Pablo Picasso, 1970. MPB 110.051. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia
En la Sala 4 se retira Autorretrato con peluca (MPB 110.053), debido a un préstamo temporal, y mostramos de nuevo Hombre al estilo de El Greco (MPB 110.034).

Pablo Picasso. Hombre al estilo de El Greco. Barcelona, c. 1899. Óleo sobre tela. 34,5 x 31,2 cm (irregular). Donación Pablo Picasso, 1970. MPB 110.034. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia
La Sala 5 está dedicada al Menú de Quatre Gats, con todos sus dibujos preparatorios.
En la Sala 6 volvemos a tener expuestas las obras El final del número (MPB 4.270) y La diseuse (MPB 4.276), realizadas en París, 1901.


Pablo Picasso. El final del número. París, 1901. Pastel sobre tela. 73 x 47 cm. Aportación del Ayuntamiento de Barcelona, 1963. MPB 4.270. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia | Pablo Picasso. La diseuse. París, 1901. Carboncillo y pastel sobre papel. 47 x 30 cm. Aportación del Ayuntamiento de Barcelona, 1963. MPB 4.276. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia
En la Sala 11 se muestra una selección de grabados trabajados entre 1925 y 1934, en los que se observa que Picasso compartía modelos iconográficos durante dicho período.
Las salas 15 y 16 se modifican debido a la ubicación de las obras cedidas por el Louisiana Museum. El piano (MPB 70.472) pasa a la Sala 15.

Pablo Picasso. El piano. Canes, 17 de octubre de 1957. Óleo sobre tela. 130 x 96 cm. Donación Pablo Picasso, 1968. MPB 70.472. Museu Picasso, Barcelona. Fotografía, Gasull Fotografia
Malén Gual, conservadora de la colección
Claustre Rafart, conservadora de grabado
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