Fotografías en los museos: ¿sí o no?

Un artículo leído en The Art Newspaper titulado «To ban or not to ban photography» volvía a poner sobre papel la eterna discusión de prohibir o no prohibir las fotografías en los museos. Y este debate se está haciendo cada vez más intenso con la eclosión de las cámaras incorporadas en los teléfonos inteligentes y las tabletas.

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En sus inicios la prohibición se debía a cuestiones de conservación preventiva, ya que el flash puede dañar las obras de arte, pero posteriormente también se vinculó la prohibición de hacer instantáneas por los derechos legales de reproducción de imagen de las mismas. En nuestro caso, por ejemplo, los derechos los tiene la Administración Picasso de París que regentan los herederos de Pablo Picasso. Por este motivo todas las obras que salen en nuestros espacios ya sean online u offline llevan un pie con los créditos de la obra y, si puede ser, en varios idiomas.

Hay otros casos, como indica el artículo, donde los museos sí tienen los derechos de imagen de su colección, pero no los de las obras que están en préstamo y esto da pie a dudas y equívocos entre visitantes y vigilantes de salas. Estos, ahora tienen que vigilar no sólo la gente con cámaras, sino también con móviles, a la vez que deben intentar no confundirlos con las audioguías, para preservar la integridad física e intelectual de las obras.

Sin querer entrar en el debate de hasta qué punto estas imágenes se usan para fines comerciales o no, y si deberían aparecer bajo licencia Creative Commons para facilitar la reutilización de las mismas según las condiciones, lo que sí es cierto es que la realización indiscriminada de fotografías (ya sea en museos, viajes o el día a día) plantea un debate educativo ya la vez filosófico.

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El artículo en The Art Newspaper destacaba un estudio de la Fairfield University, en Connecticut, que concluía que, en el caso de los museos y centros de arte, los visitantes que hacen fotografías recuerdan menos obras de arte y menos detalles de éstas frente a los que no las hacen, ya que subconscientemente asumen que no es necesario recordar una información que luego podrán consultar con un par de clicks.

En un mundo tan sobresaturado de información es difícil poder recordarlo todo y la realidad es que muy pocas veces se tiene tiempo de volver a mirar las grandes cantidades de fotografías que se toman, por tanto mucha información al final no se «ve» ni acaba siendo asimilada. En este sentido, posiblemente es más importante dotarnos de recursos que nos permitan encontrar la información que buscamos de la forma más rápida y precisa posible, pero teniendo en cuenta que hay momentos e informaciones que nos piden una atención más cuidadosa y son importantes de recordar.

Finalmente, más allá del ámbito de aprendizaje, fijémonos también en la moda de los selfies (en todas sus variantes incluido el #MuseumSelfie) que apuesta por hacer hacernos auto-fotos con y sin filtros para difundirlas en las redes. En el caso cultural, si bien hay que reconocer un cierto grado de popularización en positivo y rejuvenecimiento de los centros, también nos hace plantear hasta qué punto la fotografía se utiliza como trofeo para dar fe de que se ha estado en cierto lugar ante la propia comunidad.

Cristina Martín

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5 Comentarios
  • Pilar
    julio 18, 2014

    Me parece muy interesante esta entrada, puede generar muchos debates, porque por ejemplo en muchos museos está prohibido el uso de teléfonos móviles, pero…¿y si el museo tiene una app? ¿cómo se soluciona esta cuestión? ¿móviles para unos usos si y para otros no?

  • Cristina Martin
    julio 18, 2014

    En efecto Pilar, los nuevos usos que se les puede dar a los móviles dentro de las salas de los museos hacen replantearse las normativas existentes. No obstante, cada centro es un caso distinto y habrá que ver como se van articulando en el cambiante entorno tecnológico. Muchas gracias por tu aportación.

  • Anna Guarro
    julio 21, 2014

    Adjunto un article sobre mirar i recordar a través del dibuix i/o la fotografia:
    Why you should stop taking pictures on your phone – and learn to draw

  • Conxa Rodà
    agosto 1, 2014

    Certament és un debat obert ben viu i interessant.
    Des del punt de vista dels visitants, costa entendre per què encara a molts museus que no són d’art contemporani no és permès de fer fotografies.
    Tots recordem l’enrenou quan el Museu d’Orsay va decidir al 2010 prohibir fer fotos i la contra-resposta del col·lectiu «Orsay Commons».

    I com a bona pràctica aquest 2014, d’aplicació als museus nacionals francesos, recomano «Tous photographes! La charte des bonnes pratiques dans les établissements patrimoniaux» del Ministeri de Cultura i Comunicació francès
    http://www.culturecommunication.gouv.fr/Ressources/Documentation-administrative/Tous-photographes-!-La-charte-des-bonnes-pratiques-dans-les-etablissements-patrimoniaux

    Estableix pautes per fer fotos de manera cívica sense molestar altres visitants ni perjudicar les obres.
    Com sempre, la gràcia rau en contemporitzar llibertat dels usuaris de fer i compartir imatges, amb el respecte a drets i obres.

    Estic fermament convençuda que les iamtges dels nostres museus i col·leccions que els visitants publiquen són un molt bon element de difusió i una via excel·lent per arribar a nous públics.

  • Ane
    agosto 6, 2014

    Se ha dicho y escrito mucho sobre este tema. ¿El flash daña las obras de arte? ¿Por qué no se pueden hacer fotos sin flash? ¿y los derechos legales de reproducción? ¿no es absurdo fotografiar un cuadro? ¿distrae? Pero indistintamente de estas cuestiones, es verdad que muchas veces es irresistible sacar la cámara dentro de un museo y con un poco de arte se pueden conseguir escenas verdaderamente maravillosas… por ejemplo: http://i2.wp.com/altfoto.com/files/2011/03/5476443243_b087cbc78f_z.jpg?fit=800%2C600

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