En residencia: El taller de La Californie, Enano y Adolescente

Este mes de junio nuestra colección vuelve a entrar en diálogo con obras pertenecientes a otras colecciones. Las obras El taller de La Californie (1956), Enano y Adolescente (ambas del 1969) pueden verse en la sala 16 y las salas de la serie de Las Meninas, respectivamente.

Nan

Pablo Picasso. Enano. Mougins, 27 de julio del 1969. Óleo sobre tela. 146 x 114 cm. Colección particular | Pablo Picasso. Adolescente. Mougins, 2 de agosto de 1969. Óleo sobre tela. 130 x 97 cm. Colección particular

A lo largo de su vida Picasso manifestó interés por muchos artistas del pasado, llegando a realizar obras y series interpretativas de pinturas de algunos de ellos, como Velázquez, El Greco, Goya, Cranach, Rembrand, Poussin, Ingres, Le Nain, Grünewald, Delacroix, Courbet o Manet.

La admiración de Picasso por la obra de Velázquez se inició al visitar por primera vez el Museo del Prado en 1895. De entre todas las obras maestras de la pinacoteca madrileña, el joven artista eligió los retratos de El bufón calabacillas y Francisco Lezcano, el niño de Vallecas para realizar sendas copias en un carnet de dibujo conservado en el museo. Dos años más tarde, de nuevo en el Museo del Prado, copió al óleo el Retrato de Felipe IV y dibujó detalles de Las Meninas y Las Hilanderas del pintor sevillano.

Sesenta años después Picasso regresó  a Velázquez con fuerza renovada. En 1957 se enfrentó a Las Meninas y realizó un minucioso estudio del ritmo, color  y movimiento, en un constante juego de imaginación e innovación creativa, sin perder no obstante, la fidelidad a la atmósfera del lienzo de Velázquez.

Taller Californie

Pablo Picasso. El taller de La Californie. Cannes, 29 de abril de 1956. Óleo sobre tela. 195 x 260 cm. Colección particular

En 1966 el gentilhombre del Siglo de Oro español surge como personaje dominante de todo el período. Estos gentilhombres evocan a la vez a los protagonistas de la novela picaresca y a las figuras de los cuadros barrocos españoles, a los que se refería Alberti en 1970 como “familia de graves caballeros españoles grecudos, velazqueños, quevedescos” y holandeses, especialmente Rembrandt.

Las dos obras invitadas que presentamos junto a Las Meninas son un postrer homenaje de Picasso a los bufones de la corte de Felipe IV retratados por Velázquez: Sebastián de Morra  y Francisco Lezcano, el Niño de Vallecas, sintetizando con ellos la  admiración y el dialogo que estableció a lo largo de su vida con la obra  velázqueña.

Por otra parte, los talleres de La Californie –mansión situada en Cannes donde Picasso se instaló en 1955 con su pareja, Jacqueline Roque? suponen la culminación de una temática constante a lo largo de su vida, el taller como espacio de labor creadora y cotidiana del artista.

En 1955 y 1956 Picasso realizó un gran número de variaciones del interior de la villa. Las obras que componen el primer conjunto, realizado en octubre de 1955, reflejan el espacio luminoso resuelto por medio de colores fríos, el taller solo, sin la presencia humana. El gran ventanal con sus ampulosas curvas resalta como elemento dominante en esta primera fase.

Tras el paréntesis del invierno, en marzo de 1956 Picasso retoma el motivo del taller, pero ahora se nota la presencia humana, primero tímidamente, con la ordenación y disposición del espacio y poco a poco se va imponiendo la presencia de la figura femenina, sentada en una mecedora.

La obra El taller de La Californie, depositada a largo plazo en el museo, pertenece a este último grupo y está ubicada en la sala 16 del museo. La figura femenina, probablemente Jacqueline, aparece sentada en la mecedora, compartiendo protagonismo con la luz que irradia a través del amplio ventanal.

Malén Gual
Conservadora de la colección

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