Picasso en el recuerdo: testimonios. Joan Gaspar

Joan Gaspar Farreras (Barcelona, 1941) procede, por vía paterna, de familia de galeristas, y por vía materna, de familia de médicos. Ésta fue iniciada por su abuelo, Pedro Farreras Sanpera; continuada por su tío Pere Farreras Valentí, hematólogo eminente, y proseguida por su hermano Oriol.

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Colocación de la placa con el nombre del museo en la fachada del Palau Berenguer d’Aguilar c.1963. Fotógrafo: Hernández. Museu Picasso, Barcelona | Placa con el nombre del museo en la fachada del Palau Berenguer d’Aguilar c.1963. Museu Picasso, Barcelona

La madre de Joan, Elvira Farreras Valentí, fue la secretaria de André Malraux cuando éste se desplazó a Barcelona para llevar a cabo el rodaje de una parte del film L’Espoir (Sierra de Teruel). Elvira mantuvo contacto con Malraux y, sobre todo, con Max Aub, factótum de la producción cinematográfica y escritor relevante.

El 1 de octubre de 1940, Elvira Farreras se casó con Joan Gaspar Paronella. Después de la Guerra Civil española, en diciembre de 1939, Joan y su primo Miquel habían reinaugurado la Sala Gaspar, en la calle Consell de Cent de Barcelona. Esta sala derivaba del antiguo comercio de marcos y espejos fundado por Joan Gaspar Xalabarder 1903 en la calle Sant Pere més Alt. En 1909, se trasladaron a la calle Consell de Cent. En 1927 tomó el nombre de «Sala Gaspar» y se incorporaron al negocio su sobrino Joan Gaspar Paronella primero y su hijo Miquel Gaspar Paronella después.

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Familia Gaspar, Jaume Sabartés y Catherine Hutin en la casa del Putxet s/d. Fondo Documental del Museu Picasso, Barcelona

A finales de los años cuarenta, gracias a Vidal Ventosa, amigo de juventud de Picasso, conocieron Jaume Sabartés. Ese contacto fue decisivo para los galeristas: les abrió las puertas de Can Picasso. Según Joan Gaspar:

«Los Gaspar llegan a Picasso en 1955 de la mano de Sabartés y de Antoni Clavé […]»

Menciona la:

«Buenísima relación Sabartés – Gaspar Farreras. A menudo, era invitado a comer a la casa del Putxet. Mi hermana Elvira pensaba que era un pariente lejano que vivía en París.»

A partir de 1956, los Gaspar presentaron regularmente exposiciones dedicadas a Picasso en su galería, entre las que destacamos «30 cuadros inéditos de Picasso» (1960).

Los Gaspar formaron parte de aquella sociedad civil barcelonesa determinante para la consolidación del Museu Picasso: el notario Raimon Noguera, el editor Gustau Gili y el doctor Reventós, entre otros.

«Un día, cenando en la casa del Putxet, dijo [Sabartés] «Con mis cenizas se hará el museo». La madre, Elvira Farreras, le dijo que podía hacer una donación en vida […] y empezaron las gestiones con el alcalde Porcioles. Fue fundamental la intervención del notario Raimon Noguera, amigo personal de Porcioles, apresto la idea los tenientes de alcalde Pau Roig Giralt y Josep Blajot y Pena […], y quien lo vehicula todo, el director de los Museos del Ayuntamiento, Joan Ainaud de Lasarte. Siempre se contó con la colaboración del matrimonio Anna Maria y Gustau Gili, y como no, de los Gaspar.»

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Familia Gaspar, Jaume Sabartés y Catherine Hutin en la casa del Putxet. s/d. Fondo Documental del Museu Picasso, Barcelona

Sabartés frecuentaba Barcelona. Las relaciones con los primos Gaspar se reforzaron, hasta el punto de:

«Cuando Sabartés tuvo el ataque de apoplejía, Picasso pidió a Gaspar que le buscaran un piso de fácil acceso y con ascensor. Le encontraron en el Boulevard Auguste Blanqui. El piso lo pagó Picasso y, a la muerte de Sabartés 1968, lo regaló a Pilar Solano [que cuidó a Sabartés los últimos años de su vida].»

Joan vivió de primera mano el proceso previo a la apertura del museo a través de Jaume Sabartés. Entre 1950 y el 9 de marzo de 1963, el secretario de Picasso venía a menudo a Barcelona. Se había convertido un buen amigo de la familia Gaspar – Farreras. En el proceso previo a la apertura del Museu Picasso, Sabartés iba de vez en cuando, de visita de obras. En algunas ocasiones, le acompañaron los Gaspar:

«Recuerdo que cada vez que Sabartés venía a Barcelona íbamos a ver las obras en el museo. Algunas veces, con mi hermano Pere, lo subíamos por las escaleras sentado en una silla que el vigilante de las obras, Andrés, nos dejaba.»

Cuando se inauguró el Museu Picasso, Joan Gaspar hijo tenía 21 años. El galerista escribe:

«Recuerdo que el día de la inauguración llovía. Los asistentes estaban emocionados y se comentaba muy favorablemente y se le agradecía la iniciativa a Jaume Sabartés, allí presente y muy emocionado, que seguidamente fue a ver a «Picasso» (siempre le llamaba así) para explicarle quién había. Los Reventós, Vidal Ventosa Anguera de Sojo, los Vilatós, todos los Pallarès padre e hijo y todos los amigos y familiares que colaboraron directamente en la «liada» del proyecto.

[Asistió] Totote, viuda de Manolo Hugué. También había algún capellán, quizá Ramon Roquer o Padre Camprubí (hermano de Joan Capri) o Padre Manuel Trens muy vinculados al mundo de los críticos de arte Alexandre Cirici, Joan Cortès, Joan Perucho, Palau i Fabre. Ahora me falla la memoria, pero estaba todo el mundo vinculado en relación o en espíritu con el mundo de Picasso, el mundo de la libertad tan escasa en aquellos tiempos y en la que la actividad cultural que salía del marcado surco del asqueroso Nacional Catolicismo era perseguida y «controlada», a veces con violencia física, por la brigada político-social dirigida por los sanguinarios hermanos Creix, Olmedo y algún otro.

Visto ahora se ve muy poco coherente con el régimen de Brazo en Alto y Camisa Azul, que en 1963 todavía quedaban muchos, algunos todavía bien convencidos, otros que se aprovechaban de la Revolución Nacional Sindicalista, aquella de «Usted no sabe con quien habla» y si hablabas en catalán te decían «hable en cristiano». Que se pudiera abrir la Colección Sabartés fue una maniobra dinámica, discreta pero efectiva. Tan efectiva que surgió el Museu Picasso ampliado y esplendoroso.

Ahora, Fundación Museu Picasso, un elemento primordial para la dinamización y la actividad de un museo en el siglo XXI

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Museu Picasso de Barcelona. 06/05/1963. Fondo Documental del Museu Picasso, Barcelona

En 1963, en el momento de la apertura del museo de la calle Montcada de Barcelona, se respiraba un poco de incertidumbre en el ambiente, tamizada por la euforia colectiva y la firme voluntad de emprender ese proyecto a pesar de las voces críticas de los sectores más reaccionarios del régimen vigente. Eran tiempos difíciles para presentar obras de Picasso en España, el gobierno de Franco no era proclive al creador del mítico mural del Guernica.

Claustre Rafart i Planas

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2 Comentarios
  • Jaume Maymó
    enero 24, 2014

    benvolguda CLAUSTRE, com et pots imaginar trobo molt interessant i m’encanta aquesta sèrie d’articles que has iniciat, els «testimonis», tot coincidint amb els 50 anys del Museu. felicitats un com més per la feina que feu tots plegats

  • Claustre Rafart
    enero 27, 2014

    Moltes gràcies, Jaume. Malauradament no queden gaires testimonis de l’època vinculats al Museu. La memòria oral s’integra amb la documentació de tal manera que enriqueix el relat històric. T’agraeixo l’estímul atès que no té sentit escriure si no hi ha lector.

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