Este pasado mes de mayo tuvo lugar la mesa redonda sobre «Picasso en la Barcelona de los 60s» que reunió a expertos historiadores, literatos y arquitectos para hablar sobre el contexto de nacimiento del museo en el marco de la primera exposición que celebra el 50 aniversario del museo «El Museu Picasso, 50 años en Barcelona. Los Orígenes”.
Exposición Picasso organizada por la Fundació Joan March y el Museu Picasso. 05/12/1978. Fotografía: Eduard Olivella
Silvia Domènech, responsable del Departamento de Conocimiento e Investigación presentó la sesión recordando que en el año 55 aproximadamente Jaume Sabartés, que era el secretario personal y gran amigo de Picasso, en una de sus visitas a Barcelona lanza la idea (que le da el mismo Picasso) de donar su colección de obras del artista a la ciudad de Barcelona para crear el Museu Picasso de Barcelona. A partir de aquí hay un movimiento de la sociedad barcelonesa y catalana, no sólo de los amigos de Picasso de juventud sino también del sector intelectual que ayudan y crean un cultivo que hace posible presentar la idea del museo al alcalde de Barcelona de ese momento, José María de Porcioles y Colomer. Y Porcioles la acepta a pesar de ser Picasso el artista español más identificado con el Partido Comunista durante la época del Franquismo.
Desde un punto de vista histórico-político, el historiador Joan B. Culla situó el nacimiento del museo en un contexto de posguerra donde la economía empieza a recuperarse y donde entra en escena un nuevo alcalde de Barcelona, ??Porcioles, con un proyecto político que se extiende más allá de la ciudad. Con la aprobación en 1960 de la Carta Municipal de Barcelona se produce un modelo de desarrollo económico y urbano que descansaba en gran parte sobre la construcción y el turismo. Y es en este contexto que se pone en marcha la «Operación Picasso», que es una operación de imagen y prestigio de la Barcelona porciolista de cara al turismo internacional.
Plano de la iglesia de Ronchamp
Jaume Vidal Oliveras, historiador y crítico de arte, nos expuso la recepción y repercusión de la obra picassiana en la apertura del museo. A finales de los años 40 se detectan síntomas de cambios de orientación en la política cultural del Régimen con un trasfondo propagandístico. Un episodio clave de renovación fueron las bienales hispanoamericanas en Madrid, Cuba y Barcelona, ??aunque Picasso rechazó la participación en la 1 ª convocatoria. En cuanto a las exposiciones relacionadas con el artista, la primera fue en 1948 en las Galerías Laietanas, compuesta de obra temprana, dibujos y pasteles de la época barcelonesa y litografías, que habían sido previamente expuestas en Madrid. Pero el espacio donde se realizan más muestras sobre Picasso es la Sala Gaspar que monopoliza la presencia del artista desde el año 54 y hasta su muerte con un total de 26 muestras monográficas.
Según Jaume Aulet, ensayista y profesor de literatura, la literatura es muy importante para entender la modernización de la cultura catalana. Pero ¿qué relación tiene Picasso con la literatura? No es especialmente significativa la relación de los escritores más mediáticos de la corriente del realismo histórico con Picasso. Debemos buscar autores más aislados no tanto vinculados al movimiento, como es el caso de Palau i Fabre que escribió el libro «Homenaje a Picasso», Pere IV, Salvador Espriu que escribió el artículo «Catalunya i Picasso» con motivo de la inauguración del friso del Colegio de Arquitectos, inédito hasta este 2013 que ha sido publicado en el diario ARA en el marco del Any Espriu. O también sería el caso de Perucho que escribió un libro sobre Picasso y Horta de San Juan y que también incluyó un poema necrológico en el libro «Los muertos» publicado en 1999.
Fachadas frontal y lateral derecha del edificio del Colegio de Arquitectos de Cataluña
Enrique Granell, arquitecto y profesor de historia del arte y la arquitectura, resaltó la repercusión que tuvo Picasso en el ámbito arquitectónico y el impacto cultural. La primera vez que se ve conjuntamente la arquitectura racionalista con el arte de Picasso es en 1930 en San Sebastián cuando José Manuel Aizpurúa, que era el número 3 de la Falange Española, se presenta al concurso nacional de arquitectura que tiene como tema la construcción de un museo de arte moderno, y usa esculturas de Picasso en su dibujo. También es interesante la relación de Picasso y Le Corbusier donde en la iglesia de Ronchamp que diseñó se adivina, plano en mano, la posible cara de Picasso. Y volviendo a Barcelona, ??a Francisco Juan Barba Corsini, se le encarga un conjunto de apartamentos en la anilla alta de la Pedrera y utiliza la idea de la torsión de las espinas de pescado que ve en Picasso para realizar las escaleras de caracol. Por último no hay que olvidar la construcción en el 56 de la nueva sede del Colegio de Arquitectos donde Picasso se le encarga el diseño de los frisos que la decoran.
La siguiente exposición dedicada al 50 aniversario del Museu Picasso estará centrada en la Colección del museo y se inaugurará el próximo día 4 de julio.
Cristina Martín
Gestión de redes sociales
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