Una fructífera sesión de trabajo con Nina Simon en el Picasso

Encontrar fórmulas para incentivar la participación activa del público es aún una asignatura pendiente en muchos museos. Para los profesionales de estas instituciones, la presencia de Nina Simon en Barcelona constituía una ocasión excepcional para debatir sobre este reto, conocer las iniciativas impulsadas en otros países y compartir experiencias.

En el taller participamos diferentes miembros del equipo del Museu Picasso y también técnicos de diversas instituciones culturales de Barcelona y otros puntos de Cataluña. Para calentar motores, Nina Simon comenzó planteando algunos de los retos y riesgos que afrontan los museos cuando intentan incentivar la participación del público. La pregunta clave que hay que plantearse en este sentido es: «cómo pueden contribuir los visitantes a mejorar un proyecto museístico?».

«Asegúrate que realmente te interesa la respuesta a la pregunta que formulas al visitante». Ésta es, según Nina Simon, una de las cuestiones básicas que determina el éxito o el fracaso de una iniciativa participativa en un museo. El público percibe perfectamente si la propuesta que se le ofrece es sincera o no. Cuando nota que la pregunta no tiene un objetivo o una finalidad clara, o se le hace simplemente porque toca, se abstiene de participar. A partir de esta constatación, Nina planteó una primera actividad a los participantes en el taller: escribir una pregunta para la que realmente te interesa encontrar una respuesta.

Los participantes en el taller, después de formular su pregunta de manera individual, fueron leyendo y respondiendo las que habían propuesto sus compañeros

¿Cómo deben ser las preguntas dirigidas a los visitantes para que sean realmente efectivas y generen participación? Nina Simon considera que deben incluir tres puntos clave:

  1. La pregunta debe ser personal, tiene que interpelar directamente al visitante.
  2. La pregunta debe ser especulativa, tiene que obligar a imaginar una situación hipotética.
  3. La pregunta se debe colocar en el lugar adecuado. Hay que situarla de manera inteligente.

A partir de estas tres premisas se desarrolló la segunda actividad del taller, que transcurrió en las salas del museo. Los participantes, repartidos en grupos, debían responder a esta cuestión: «cómo ubicar una buena pregunta para hacerla más efectiva para la interacción, tanto en el interior del museo como online?». «La clave para saber qué tienes que preguntar es tener claro qué respuesta buscas», nos recordó Nina.

El equipo que se había situado en la gran sala que reúne las variaciones que Picasso pintó el cuadro Las Meninas, planteó la pregunta: «¿Qué te apasiona tanto como para hacer 44 versiones diferentes?». El grupo proponía que el público la pudiera responder in situ en el museo o también por Internet, enviando las propias propuestas de variaciones a Flickr.

La segunda actividad se desarrolló en las salas y después se hizo un balance conjunto en el aula

Un segundo equipo, que había escogido el cuadro grande de Las Meninas, planteaba que el público reflexionara sobre la dicotomía entre obra auténtica y copia, entre original y plagio. Como no habían formulado una pregunta concreta, los demás participantes propusieron algunas: «¿Cómo habría hecho yo la copia?» O «¿Si fueras Velázquez, qué pensarías de esta versión de tu obra?».

Un tercer grupo, que se había movido por las salas de la primera estancia de Picasso en París, en lugar de centrar la pregunta en una obra en concreto la planteó para un sector de público determinado: los adolescentes que sólo visitan los museos con los grupos escolares o con la familia. La cuestión planteada era: «¿Volverías al museo por libre si…?».

El equipo que había escogido el ámbito de la cerámica eligió el plato titulado Máscara negra, y propuso hacer una reproducción para que los visitantes pudieran manipularla y responder a la pregunta: «¿Cómo utilizarías este objeto?». Finalmente, el grupo que se había situado en el ámbito «Barcelona 1899-1900» quería que el público reflexionara sobre el hecho de que la mayoría de los títulos de las obras de esas salas no habían sido escogidos por el artista, sino fijados por el museo a posteriori. Por ello, a partir de la pieza Pareja en un patio andaluz, proponían un juego a los visitantes: «¿Qué título darías tú a esta obra?». También les pedían que se imaginaran un diálogo entre las dos figuras.

Con esta sesión de trabajo, los profesionales de los diferentes museos pudimos vivir en primera persona los condicionantes a tener en cuenta para que la participación del público en los museos funcione y sea útil. Fue una magnífica oportunidad para conocer mejor la visión y las experiencias de Nina y sacar el máximo provecho de su visita en el museo.

Martí Casas
En prácticas en el Museu Picasso del máster de Gestión del Patrimonio Cultural de la Universitat de Barcelona

Crónicas de la conferencia de Nina Simon en el Picasso
CCCB_Lab
La Magnetica
3cat24

Vídeo entero de la conferencia

Si participaste en la actividad, ¿cómo la viviste?

Si hubieras estado en el taller, ¿qué pregunta hubieras planteado en la primera actividad? ¿Y en la segunda?

2 Comentarios
  • Mariona Aragay
    noviembre 26, 2010

    Per a mi va ser una oportunitat meravellosa participar d’aquesta sessió de formació amb Nina Simon i amb la resta de participants del Picasso, el CCCB, el Museu de la Vida Rural, el Museu de la Música i tants altres. Vaig aprendre moltíssim de tots vosaltres!! Moltes gràcies, Conxa, per convidar-m’hi 🙂

  • Conxa Rodà
    noviembre 26, 2010

    Mariona, va ser magnífic comptar amb uns participants tan actius! Nosaltres també vam aprendre i vam sortir amb algunes bones idees per aplicar al museu. Gràcies pel teu comentari:)))

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