Hace pocos días hemos presentado una actividad peculiar y única en el Museu Picasso: en ocasión de la exposición «Picasso vs. Rusiñol”, que explora, entre otros aspectos, como ambos artistas fueron amigos del compositor francés Erik Satie (1866-1925), se presentó en el museo la interpretación del repertorio íntegro de sus composiciones para piano.
Ya sólo con esta premisa se puede deducir que no fue un concierto habitual: una vez recopiladas todas sus composiciones, incluidas algunas de muy difíciles de encontrar, ¡la presentación duró unas seis horas aproximadamente!
Folleto del concierto | Erik Satie tocando el armonio. Santiago Rusiñol, París, 1891 – Lápiz sobre papel 29,1×19,7cm
Además, en consonancia con la visión musical de Satie, se quiso recuperar su concepto de música de ameublement (es decir, música pensada para acompañar a los espacios, no tanto para ser escuchada), por lo que el concierto no se celebraba en un auditorio, si no en medio de la exposición, y se podía seguir la música visitandola. Además de un piano en las salas, había un segundo piano en la planta baja, donde durante las seis horas del concierto se interpretaron una selección de piezas que permitieron un verdadero ameublement musical de los patios y la sala de la columna. El museo se llenó de sonidos satinianos, y durante aquella noche, la experiencia de pasear por el museo cambió completamente, con el espacio que parecía cobrar vida.
Visitantes escuchando la música | Detalle tocando el piano
Paseando por la exposición acompañada de las melodías hipnóticas y envolventes, no pude dejar de rendir mi pequeño homenaje al compositor ante las obras de Rusiñol donde sale retratado: un momento muy personal de celebración de la obra de unos y otros, y también de agradecimiento, en cierto modo, por el disfrute que a través de los años y de las diferentes épocas, aún nos proporcionan.
Algunos de los intérpretes de las piezas de Sati
Aunque el verdadero agradecimiento es para los magníficos colaboradores que el museo ha encontrado en el Conservatorio del Liceo, como Benet Casablancas, interlocutor, inspirador e instigador de propuestas arriesgadas y musicalmente impecables; Tensy Krismant, que no sólo lideró la tarea ingente de búsqueda de partituras y composiciones, sino que también coordinó la tarea musical con los múltiples intérpretes y además él mismo nos ofreció unas magníficas interpretaciones de diversas piezas: y por supuesto, los intérpretes Alba Ventura, Albert Attenelle, Raimon Garriga, Albert Gallart, Ana Villaescusa, Lucie Croce, Verónica Martínez y Benjamín Santacana, que, con su dedicación y sensibilidad, llevaron la obra de este compositor rompedor al museo. A todos ellos, así como a los demás colaboradores del Conservatorio, un enomre «¡GRACIAS!» y nuestras felicitaciones por haber hecho posible un evento musical inolvidable.
Tensy Krismant
Anna Guarro
Programas Públicos
Leave a Reply