Pablo Picasso. Variación de Le déjeuner sur l'herbe de Manet. Mougins, 04/07/1961. Grabado sobre plancha de linóleo, estampado sobre papel vitela Arches con filigrana (prueba Sabartés, I estado). 61,9 x 75 cm. MPB070.271. Museu Picasso, Barcelona. Donación de Jaume Sabartés, 1966. © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid 2018
Pablo Picasso pintó cerca de cuarenta obras inspiradas en Le déjeuner sur l’herbe de Édouard Manet, desde 1959 a 1962. Se trata de una serie de variaciones creadas a través de varias disciplinas artísticas; el grabado, la pintura, el dibujo y la cerámica.
Esta serie responde a una necesidad del artista que, desde su período de aprendizaje académico en Barcelona hasta sus últimos años, se nutre de la pintura del pasado para revisarla con estilos revolucionarios como el cubismo. A raíz de esta necesidad, a finales de los años cincuenta y a principios de los sesenta, lleva a cabo un ciclo de series sobre los maestros que más le influenciaron, como Delacroix, Velázquez y Manet, entre otros.
La reflexión sobre la obra Le déjeuner sur l’herbe es, junto con la experiencia que vive con Las Meninas de Velázquez, la más profunda y compleja que realizó durante esta etapa, en la que renueva el género de la cita y se adueña del lenguaje pictórico de las grandes obras maestras.
De hecho, más que tratarse de una copia o de una inspiración directa, se trata de una reapropiación a través del tema y las composiciones que forman parte de la obra, en la que Picasso puede comprobar en primera persona el poder de su autor.
Pablo Picasso. Variación de Le déjeuner sur l'herbe de Manet I. Mougins, 26/01/1962 y 13/03/1962. Grabado con gubia en seis colores sobre plancha de linóleo, estampado sobre papel vitela Arches con filigrana (prueba Sabartés, V estado y definitivo). MPB070.315. Museu Picasso, Barcelona. Donación de Jaume Sabartés, 1964. © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid 2018
En el caso de Manet, la obra Le déjeuner sur l’herbe genera tanto revuelo en su presentación en el Salon des Refusées del 1863, tras ser rechazada en el salón oficial, que para muchos resulta escandalosa, mientras que para otros, precursora y vanguardista. A Picasso le resulta fascinante y se hace eco de cada interrogante que provoca la pintura de Manet. Suya es la frase: «Cuando veo Le déjeuner sur l’herbe de Manet, pienso: dolores para el futuro».
Durante el diálogo permanente que mantiene con la obra, el primer punto que explora es el tema del ocio en el campo. Para el artista, comer al aire libre recuerda la vida sencilla del campo y el lugar donde vive, en el sur de Francia. Si se observa la obra de Picasso Le déjeuner sur l’herbe según Manet de 1960, los alimentos están muy presentes en primer plano del cuadro y nos recuerdan que la comida es una necesidad vital para el cuerpo.
Un segundo tema que reflexiona es la yuxtaposición del desnudo femenino con hombres completamente vestidos, que fue considerada vulgar pero que, sin embargo, Picasso explora sin límites, vistiendo y desvistiendo a los personajes. El artista se divierte y profundiza en la obra; que juega con toda la composición, acercando los personajes y alejándolos, reproduciendo diferentes actividades como comer o fumar.
Asimismo, cada figura del grupo es una entidad separada, absorta en su propia actitud y acción, de forma que ninguna conexión narrativa puede explicar todo el conjunto. Para Picasso los protagonistas de Manet se convierten en actores de un pequeño teatro en el que el paisaje es el decorado.
En la Sala 08 de la exposición temporal «La cocina de Picasso», se puede disfrutar de algunas obras magníficas como Le déjeuner sur l’herbe según Manet (03.03.1960 – 20.08.1960), Variación de Le déjeuner sur l'herbe de Manet (27.03.1962 - 23.04.1962) o Pequeña variación de Le déjeuner sur l'herbe de Manet (22.04.1962).
Redacción del Museu
